ODA AL LICEO

 

 

Océano turbulento de letras y números.

Gruta marina de gaviotas curiosas.

Por ti viajaría en la sombra para

acariciar tus paredes cansadas

y caminar silencioso tus oscuros corredores.

 

Atravesaría el patio saludando a Monsieur Peña

y asistiría con gusto a las clases magistrales

de Don Benito Muñoz.

 

¡Viejo archipiélago de aves migratorias!

¿Para que sirven los versos si de noche te olvido?

 

¡Ay si pudiera abrir el portón de Estado

para mirarte a los ojos y sentir tu respiro!

 

Por ti volvería a la Alameda

a estudiar la historia de Don Felipe González,

Y escribiría en los árboles las fórmulas químicas

de Don Domingo Huerta.

 

¿Cómo poder escuchar la campana gastada

de los esperados mediodías?

Sentir en mi ser la mirada profunda

del Rector más amado,

Don Héctor Reyes Zelada...

y llevarse a casa la dura sentencia

de Doña Bienvenida Llanos:

¡¡Vaya a sentarse moledera,

usted... usted, no sabe nada !!

 

 

 

 

Rubén Franklin Obal Zuñiga

Camerino, Italia, 8 de Noviembre del 2014